En la fase II del proyecto Jaikerazabi se construirá un tambo para cada familia. Conozcamos en detalle la realización de este proceso. Fotos: Juan Carlos Vitola.
La segunda fase del Proyecto Jaikerazabi tiene por objetivo la construcción de 84 tambos. Los tambos son como llaman los emberas a sus hogares y a diferencia de los existentes en el Resguardo, estos tienen como característica su forma circular como la espiral del pensamiento indígena, donde todo movimiento y continuidad.
Los tambos son diseños realizados por el arquitecto Federman Guisao, el cual basó su trabajo en una investigación de la cultura indígena. Estas viviendas son realizadas con materiales de alta calidad y los cuales no representen daños en el medio ambiente.
La segunda fase del proyecto inició en el mes de diciembre con el descapote de las zonas en donde se construirán las casas. El descapote es como se le conoce a la limpia del terreno y es un trabajo complicado, teniendo en cuenta que es una zona pantanosa y con presencia de culebras venenosas como la x.
El siguiente paso es el replanteo. Así se le conoce al trabajo de medir en terreno las dimensiones del plano. Se debe establecer los puntos diseñados para levantar los tambos y paso siguiente se realiza una excavación en la cual se hincan las columnas de madera.
Una vez terminado la colocación de las columnas, se empiezan a instalar las vigas inferiores, las que sostendrán las tablillas del piso. Los maderos son de madera de choiba, similar al pino, de inmejorable calidad.
Se instalan después las vigas aéreas y el entramado de la cubierta. Luego se entecha con teja electroacústica que tiene una duración aproximada de diez años. La palma amarga, traída desde Córdoba se coloca sobre la teja lo cual además de filtrar el sol y las lluvias, le da un aspecto tradicional.
Para concluir se realiza el encerramiento, que es cubrir con madera el tambo. Cada tambo consta de dos alcobas, una sala y una cocina. En el pueden vivir hasta 9 personas.
